Tranqueando entre la cerrazón de la historia, desde 1871 marcha rumbo al futuro la Asociación Rural del Uruguay. Sin hacer un alto en el camino, hemos querido mirar atrás, como forma de conmemorar el tiempo transcurrido y dar a ustedes una idea aproximada de la acción de esta institución, de su indiscutible y decisiva importancia en el desarrollo agropecuario y mas aun, del país todo.
Nacimos después de la Revolución de las Lanzas. Por supuesto nadie imaginaba entonces que al nuevo país le iba a costar tres décadas de cruentas luchas fraticidas encontrar entre todos el medio político e ideológico para convivir en paz, unificándose todos los sectores, al amparo de nuestra bandera y los comunes ideales de justicia, ley y libertad.
Y no pudieron ser otra cosa que ideales superiores, los que dejaran atrás las discrepancias propias de hombres de carácter, fortaleza y voluntad, como sin duda fueron nuestros fundadores, llamados y unidos por el superior mandato de la vocación y la visión del futuro de un país a todas luces agropecuario.
Nacimos para la defensa y el fomento de los intereses de la producción agraria e industrias complementarias y derivadas, la promoción de los trabajadores rurales en todos los planos humanos, éticos, culturales y económicos, la unidad y armonía en el esfuerzo de los que se dedican a la explotación agropecuaria, la defensa del medio y del trabajo agropecuario.
Mandato que no tiene fin, que no puede tenerlo y que aun hoy nos mantiene en la lucha buscando siempre, tratando siempre de seguir ascendiendo la cuesta. Una trayectoria de tal magnitud no puede realizarse sin integrarse íntimamente a los avatares que el crecimiento y desarrollo de un país involucran.
Queriendo o sin querer, nuestra historia es en mucho la de nuestra patria.
Mientras tanto, tranqueando siempre, con la niebla atrás y rumbo al sol del progreso y bienestar de todos los uruguayos, con otros hombres pero con el mismo ideal y afán de progreso de nuestra agropecuaria, que es al fin y al cabo que el de la patria misma, sigue su marcha nuestra querida Institución.
Desde 1881 hasta 1884 presidio la Asociación Don Domingo Ordoñana, su principal iniciador e ideólogo. Al cabo de 10 años de existencia, la entidad podía jactarse de considerables logros palpables y de una influencia solidamente establecida, utilizada siempre en pro del mejoramiento del país rural.
El entusiasmo de Ordoñana y sus compañeros de directiva logro por fin materializar la primera exposición nacional. En junio 1883, se resolvió llevarla a cabo de todos modos, aunque por el momento solo se contara con los recursos propios de la gremial.
Emiliano Ponce de León, ex presidente de la rural, cedió un vasto solar frente a la plaza Artola (hoy de los Treinta y Tres Orientales), donde se levantaron un amplio pabellón y varios galpones dividos en boxes.
Durante los nueve días que se mantuvo abierta numeroso público montevideano se acercó, a caso por primera vez a las realidades del país productivo. Así se estaba inaugurando lo que seria un paseo tradicional hasta hoy.
Fue para la tercera Exposición Nacional que la Asociación Rural, aprovechando la concentración de productores convocados por la Exposición, decidió llevar a cabo otra de sus iniciativas con vistas a futuro: el primer Congreso Ganadero Agrícola. Los temas tratados fueron: economía rural; enseñanza rural y colonización; ganadería vacuna, ovina y caballar; reformas administrativas de interés rural; crédito rural; viticultura; arboricultura y pradería; organización de registros genealógicos para los ganados; estadística ganadero agrícola; vialidad rural; registros para la propiedad agraria; legislación y policías rurales.
A partir de 1902 se regularizó la reunión de los desde entonces llamados Congresos Rurales.
Las Exposiciones Ferias se celebraron durante los siguientes años en el interior; por ejemplo, en Mercedes y Paysandú (ambas en 1899), Durazno (1900), Melo (1901 y 1902). Fueron organizadas por las Sociedades Rurales respectivas, que comenzaron a fundarse en todas las capitales de departamento. La Asociación Rural del Uruguay prestó su auspicio a todos estos acontecimientos, pero advirtió que su organización debía homogeneizarse, a fin de garantizar su seriedad y el carácter de propulsores del mejoramiento rural.
Al efecto, en 1901, se convocó un congreso especial de sociedades expositoras, donde se formuló un reglamento obligatorio para la admisión, clasificación y otorgamiento de premios a los ejemplares presentados.
A partir de 1908 las Exposiciones Nacionales realizadas en la capital adquieren carácter permanente. En 1912 el gobierno presidido por José Batlle y Ordóñez otorgó a la Asociación Rural la supervisión de todas las exposiciones futuras.
La Gran Exposición Feria Nacional inaugurada el 25 de Agosto de 1913 se ambientó en los nuevos locales de la Rural en el Prado, donde han continuado estas fiestas anuales hasta la actualidad.
PREDIO DE EXPOSICIONES «RURAL DEL PRADO»
FUNCIÓN
En 1883 la Asociación Rural del Uruguay organizó la primera Exposición Nacional de la producción. Desde 1913 organiza la Exposición Internacional de Ganadería, Muestra Internacional Agroindustrial y Comercial (Expo Prado), que se realiza anualmente en forma ininterrumpida en el predio ferial del Prado.
RESULTADO
Es la exposición más importante que se realiza en el país, donde se produce el lanzamiento de nuevos productos para el sector, se comercializan reproductores de todas las razas y especies, y permite a los cabañeros de más de 40 razas mostrar el trabajo de selección realizado durante años, compitiendo por la excelencia.
BENEFICIOS PARA LOS USUARIOS
Es una instancia de intercambio de información para técnicos, profesionales y estudiantes durante la realización del Ciclo de Conferencias, del que participan expertos nacionales y extranjeros de primer nivel.
Es visitada por más de 500.000 personas, quienes toman contacto con el sector agropecuario, así como con los distintos productos que se exponen, cumpliendo una importante función didáctica para los distintos niveles de la enseñanza.
Es la principal presentación comercial y cultural en el país de embajadas, representaciones extranjeras y cámaras de comercio binacionales, constituyéndose en un ámbito de integración, difusión y concreción de negocios.
La Asociación Rural del Uruguay, fundada en 1871,es la institución más antigua del país en materia agropecuaria: es privada, sin fines de lucro, de carácter nacional, integrada por productores, que ha tenido y tiene por objeto la defensa y el fomento de los intereses de la producción agraria e industrias complementarias y derivadas, la promoción de los trabajadores rurales en todos los planos humanos, éticos, culturales y económicos, la unidad y armonía en el esfuerzo de los que se dedican a la explotación agropecuaria, la defensa del interés nacional a través del esfuerzo del medio y del trabajo agropecuario.
A través de su revista, cuya primera edición se remonta a 1872, y de documentos técnicos periódicos, se difunde la opinión institucional, las líneas de acción que se impulsan y una actualización de diversos temas, fundamentalmente de índole productiva y económica.
NUESTRA MISIÓN
Nuestra misión como institución gremial privada de carácter nacional es: La defensa y el fomento de los intereses de la producción agraria e industrias complementarias y derivadas. La promoción de la población rural en los planos humano, ético, cultural y económico. La unidad y armonía en el esfuerzo de los que se dedican a la agropecuaria. El desarrollo constante de nuestra gente, buscando su satisfacción y realización personal y profesional.
NUESTRA VISIÓN
Una institución gremial, honesta, fuerte e innovadora, que lidera el desarrollo de la agropecuaria, contribuyendo en armonía con los demás sectores a la transformación e inserción del Uruguay en el concierto mundial para lograr el bienestar de sus habitantes.